En este artículo vamos a ver la importancia de la hermeticidad al paso del aire en una vivienda, así como los puntos clave para conseguirla y los errores más comunes.
En primer lugar, cabe destacar que la hermeticidad de la envolvente es un punto clave para conseguir una temperatura agradable en el interior de la vivienda a la vez que se reduce el gasto de energía, y por lo tanto las emisiones de CO2 a la atmosfera.
Uno de los errores más comunes que existen alrededor del concepto de hermeticidad en la construcción, es la confusión con el concepto de aislamiento térmico. Ambos conceptos persiguen mantener una temperatura interior adecuada, pero no son lo mismo.
El aislamiento térmico permite alcanzar una temperatura adecuada dentro de la envolvente del edificio, pero si no va acompañado de una buena hermeticidad, el aire entra y sale a través de la envolvente de forma que se puede perder el aire del interior de la vivienda que ya ha sido climatizado y por lo tanto la efectividad del aislamiento se reduce en gran medida.
Otro error muy arraigado en la construcción es el pensamiento de que dejar mal selladas las juntas ayuda a la ventilación del edificio. Esto no es correcto ya que el paso del aire por las posibles aberturas de la envolvente va a depender de la presión en esta y de la diferencia de temperaturas entre el interior y el exterior. Estos valores van a ser aleatorios, por lo que no se pueden controlar y la ventilación puede resultar excesiva o insuficiente, además de dejar de depender de la ocupación de la vivienda.
Una vez ha quedado clara la diferencia entre hermeticidad y aislamiento, y la importancia de esta, vamos a ver puntos clave para obtener una buena capa hermética de nuestra envolvente.
El primer punto clave es el diseño. Se debe prestar especial atención a todos los puntos clave donde la envolvente rompe su continuidad (salidas de instalaciones, chimeneas, ventanas, etc). Para ello puede ser útil la conocida como regla del lápiz, que consiste en recorrer toda la envolvente sin levantar el lápiz para comprobar la continuidad de esta y detectar los posibles puntos conflictivos.
Cualquier puente térmico es una posible fuga de aire cuando se ejecuta la obra, por lo que deben evitarse y quedar correctamente aislados.
La ejecución de la obra es si cabe aún más importante. Desde un principio se debe tener cuidado en sellar todas las uniones entre elementos como cajas de persianas, puertas, ventanas e incluso detalles como enchufes. Cualquier abertura en la envolvente debe ser sellada para construir una única capa hermética, y no dos capas como suele ser común creer ya que entre estas podría romperse la hermeticidad.
La elección de puertas y ventanas de cierta calidad también es un punto a tener en cuenta, ya que son las principales aberturas de la vivienda al exterior y por donde es fácil que se pueda perder aire.
Durante la ejecución de la obra se puede realizar el ensayo Blowerdoor para conocer exactamente la cantidad de aire que se pierde en la vivienda y ver por donde se pierde para poder tomar medidas. Para conocer más acerca de este ensayo, puedes visitar Post Blowerdoor y Blowerdoor test.
Para comprobar la efectividad de una correcta hermeticidad en una vivienda, se han hecho estudios en los que se ha visto cómo se puede llegar a reducir la demanda total de calefacción hasta un 5% en zonas del norte de España, y un 2,5% en el sur. Estos resultados muestran la importancia de conseguir una buena hermeticidad para aumentar el ahorro en climatización.
Por otro lado, existen otros estudios que muestran como edificios con recuperadores de calor, pero una mala hermeticidad, pueden llegar a consumir más energía de la que deberían ahorrar.
Por último, también son importantes los materiales que se utilizan durante la ejecución. Los más comunes suelen ser el yeso y el hormigón. Para el recubrimiento de paredes lo más habitual es utilizar enfoscado de yeso, ya que es impermeable al paso del aire.
En la siguiente tabla podemos ver los valores de estanqueidad de los materiales más comunes en m³/h/m² a una diferencia de presión de 50 PA.
En general se recomienda que el valor de hermeticidad no supere los 0,1 m³/h/m², aunque los estándares Passivhaus o la norma de Canadá recomiendan 0,06 m³/h/m² y 0,048 m³/h/m² respectivamente.
Para ver lo perjudiciales que pueden ser las juntas, tomando los valores anteriores como referencia, podemos ver la siguiente tabla de valores para las juntas entre materiales:
Para solventar los problemas que estas juntas ocasionan, en los últimos años se han empezado a implementar lámina de freno de vapor, cintas adhesivas de altas prestaciones que consiguen una gran hermeticidad en las uniones de las ventanas con los premarcos, e incluso collarines para el paso de instalaciones.
Los elementos que actúan como freno de vapor como las cintas adhesivas de altas prestaciones, también actúan como freno de vapor, lo que reduce el riesgo de condensaciones.
Con todos estos datos, entendemos que conseguir una buena hermeticidad es un requisito indispensable para lograr mejorar la eficiencia de la vivienda y se debe tener presente desde la fase de diseño hasta la ejecución.
Esperamos que les haya sido de ayuda.
Alvaro Molla Espinosa
Dpo. Ingeniería E. Esteban Asesoría Energética, S.L.
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